
El Carnaval de Tamalameque tiene su origen remoto en el Carnaval que vino a América desde España. Tamalameque, puerto de desembarque y embarque obligado en la colonia, para la comunicación con el interior del país, vivió de cerca la mezcla pluri racial entre indios, blancos y negros; cada una con sus costumbres hicieron su aporte a esta alegre fiesta.

El primer carnaval celebrado en nuestro pueblo se pierde en la historia, hace más de un siglo, cuando en Tamalameque los españoles que lo habitaban organizaron caminatas por sus calles, acompañados de los negros con sus tambores y cantos; para recordar costumbres de sus tierras. Sin embargo, por tradición oral sabemos la manera como el pueblo tamalamequero festejaba el carnaval; su forma siempre ingenua, graciosa, festiva y ante todo, sana, han permitido que se conserve una tradición que se remonta a hace tres siglos.
Históricamente no se tienen datos precisos acerca de la fecha inicial del primer Carnaval celebrado en Tamalameque; pero, se tienen relatos orales de parte de nuestros abuelos de los años 30 al 70, en donde el pueblo tamalamequero se hundió en un multitudinario fervor festivo y teatral con representaciones de danzas indias y negras, se destacan: “Los Indios” de Gerardo Chávez y Francisco Gómez, “Los Negros” de Ignacio Centeno, “Los Coyongos” de Vicente Pissciotti, “Los Toritos” de Eliecer Romero, “La Gallinas Rizas” de San Bernardo, y otras danzas como “La Cucamba”, “El Carangano”, “El Jalaito”, “Las Farotas”, y “La Conquista”; las que se hacían presente en Semana Santa.

Se hacían majestuosos reinados, que iban desde la representación de todo un reino, hasta la lucha entre reinados por imponerse el mejor de todos, representando la toma del poder de los reinados. Hicieron también su aparición los famosos “Disfraces” de Juan Beleño, Evelio Puerta, Rafael Ávila Gómez, Roberto Robles, Miguel Avilez “Pengue”; que eran una especie de Sátira o Sainetes, según el estilo del autor, los cuales narraban hechos de personajes del pueblo o de fenómenos naturales, que influenciaban en la tierra, se recuerdan: “La Caracola”, “Las Africanas” de Rafael Ávila Gómez. Además los bailes de capuchones, con la autorización de la Alcaldía Municipal.

En los últimos años el Carnaval se ha venido realizando en forma esporádica por falta de apoyo gubernamental; pero, el pueblo no olvida sus tradiciones y en algunos años saca a relucir su sentimiento alegre y fiestero que lo caracteriza, mostrándole al mundo que aún hay carnaval para rato.
